Soy exalumno de la UACh, me dediqué,
cuando estuve en ella, a redactar documentos para tratar de explicar el
panorama político de la universidad, me disculpo por escribir desde el
anonimato pero quiero que quede claro que si lo hice (y lo hago) jamás fue para
mentir, sino para proteger mi integridad (los grupos de poder de la UACh me
amenazaron hasta de muerte por desenmascararlos, aunque jamás dieron con el
autor de estas columnas). Considero que el anonimato se debe denunciar cuando
se utiliza para mentir, en esta columna lo que se busca es difundir la verdad que
muchos no se atreven a decir; justifico el anonimato por la verdad. Hoy quiero
aportar mi punto de vista.
¿Quién
es Anaya Roa? Antes que otra cosa quiero aclarar
que en lo personal no creo que Anaya Roa sea una persona corrupta, que esté
aliado con el reyismo (como algunos maestros lo creen porque a fin de cuentas
para el reyismo es una herramienta utilísima y gratuita) o que tenga
intenciones malignas para la UACh. Mas bien creo que es una persona que tiene
una idea falsa de lo que la UACh necesita, chapingo no es la UNAM ni debe serlo.
Más aún, si no difiriera con su propuesta, diferiría con el método de lograrla,
el químico habla de grandes cambios en la universidad pero nunca dice como
hacerlos, la primer duda es ¿que haría y cómo le haría para lograrlo sin un
equipo de trabajo?
Uno de los principales problemas de
Anaya es su individualismo, muestra de esto es su poca capacidad de negociación
y de trabajo en equipo en general; esto se demuestra con el simple hecho de
que no tenga equipo de trabajo que apoye su candidatura ¿Cómo realizar la
reestructuración de la UACh que plantea si no puede ponerse de acuerdo con
nadie para contender por la rectoría? Algunos alumnos de la carrera de
zootecnia en su intento por conjuntar esfuerzos para derrotar al reyismo,
pidieron a algunos candidatos la posibilidad de la platicar entre ellos, Anaya
Roa simplemente se negó, su individualismo será su derrota política.
Anaya
Roa no va a ganar. Hace cuatro años, así como ahora, la
candidatura de Anaya le resto votos al Dr. Barrales, y lo digo porque nadie de
los que votó por él hubiera votado por el reyismo u otros candidatos, las
posiciones del Químico son fácilmente confundibles
cuando no se le conoce más a fondo.
Pese al fraude del reyismo en el cual
desviaron alrededor de 1000 votos de la urna especial, la diferencia oficial entre Villaseñor (2,325
votos) y Barrales (1,936 votos) fue de 389 votos. El químico obtuvo 556 votos.
Aunque no todos los que votaron por él hubieran votado por Barrales en su
ausencia, los votos de barrales hubieran aumentado y probablemente estaríamos
en una situación muy diferente en la UACh.
Votar por Anaya es votar por el reyismo;
cada voto contado para Anaya será una sonrisa para el Führer José Reyes. Anaya
es el dr. Simi de la UACh, es el distractor de votos, la candidatura de Anaya
al único que perjudica es a Barrales y a la UACh por extensión. El reyismo
tiene muy claro el lema “divide y vencerás”. En esta ocasión ellos vencerán sin
dividir, porque los estudiantes ya están divididos.
El
pasado enseña. Otra manera (la principal) forma
de analizar las candidaturas debe ser a través del análisis de la carrera
política de los candidatos. Anaya Roa estuvo a favor de las demandas del
movimiento estudiantil reciente, pero, ¿Dónde estuvo en todos los demás
movimientos estudiantiles? ¿Por qué cuando el movimiento estudiantil no ha sido
mayoritario no lo ha apoyado? ¿Qué actos en su carrera muestran (aterrizan) su
fraseología de izquierda? Además de ser eternamente candidato a puestos
administrativos no hay en él evidencias de actos concretos en los que muestre
su supuesta convicción (marchar por Ayotzinapa no cuenta, hasta conocidos míos
de derecha estuvieron en esas marchas): fotografiarse con Pepe Mujica no lo
hace Mujica.
¿Y
si Anaya Roa ganara? Lo primero que se le debería
preguntar a este candidato, debido a su condición, es ¿Si usted ganara, quiénes
son las personas que van a estar en los principales puestos administrativos?
Esto es, patronato, dirección general académica, etc. En caso de ganar, Anaya
no tendría gente de su confianza para proponer en todos los cargos
administrativos, no tendría a nadie en el “H”CU y evidentemente no podría hacer
absolutamente nada de sus propuestas.
El
triunfo que se vislumbra, el del reyismo.
No nos hagamos bolas, el principal
enemigo es el priísmo (reyismo), siempre se ha subestimado a la derecha y su
capacidad organizativa, coercitiva y corruptiva. Dados los acontecimiento
recientes y con los datos de las encuestas (a la bandeja justiciera han llegado
datos, chismes, verdades, fotos, etc.) es evidente que no tienen posibilidades
reales de ganar esta contienda, están perdidos, perdieron en lo legal.
En este momento el reyismo está
totalmente ocupado en orquestar el fraude, esta vez a través de la urna
electrónica y las boletas que imprimieron en exceso; la única otra opción que
tienen es una alianza Nieto-Altamirano-Sánchez porque ellos se mueven por
intereses y no por principios, pero la contienda ya está muy avanzada y no es
fácil que alguno de los tres tuerza el brazo.
El reyismo tiene dinero, organización y
claridad política, la izquierda lo ha menospreciado y el claro ejemplo es el
departamento de fitotecnia. Después de correr a Abelardo Barrientos director
reyista-peñista, la oposición tenía todo para ganar. El resultado fue el
triunfo del Dr. Cuevas, una gran académico del departamento que fue utilizado
por el reyismo para ocultar su participación. Supieron aprovecharse de la
tecnocracia y falta de claridad política del Dr. Cuevas. Lo mismo sucede en
estos momentos en preparatoria, el maestro Arceo, cuya calidad moral es
indiscutible, está siendo utilizado por el reyismo a través de la familia
sindical. Aparentemente no es tan malo el resultado, pero el reyismo no apoya a
nadie gratuitamente, tanto a Cuevas como a Arceo les van a cobrar caro como
todos lo servicios que venden.
Solís
no es reyista, pero representa al reyismo. El
candidato que navega con la bandera de neutralidad es Solís. No debemos
confundirnos, Solís es el reyismo sin Reyes, es el neoliberalismo disfrazado de
“centro”, es el clásico chapulín, que no le interesa la universidad mas que
para ocupar puestos administrativos: así lo muestra su historia. No podemos
esperar que este candidato tenga idea de lo que necesite el campo mexicano
cuando ha estado los últimos años en el posgrado, en Nueva Zelanda, regresó
solo para intentar ser rector y para, en contubernio con los exreyistas (porque
ahora están peleados), meter a trabajar a su hijo en la unidad médica. Solís
por sí solo no es el peligro en esta elección, pero debido a su posición en las
encuestas cualquiera de los tres grupos del reyismo (ahora divididos) podría
negociar con él en vista de su derrota.
¿Por
qué votar por Barrales? Barrales es el único
canditato que representa el perfil de lo que debe ser un Chapinguero. Si se ve
su currículum es superior al de cualquier otro canditato por mucho, es una
persona con experiencia en la investigación, docencia y servicio como muy pocos
en la UACh. Hay candidatos y maestros en general que tienen reconocimiento como
académicos o como investigadores pero la mayoría se desentienden de lo que
sucede fuera de la universidad. El Dr. Barrales, es el único que tiene una
visión más amplia de lo que necesita el campo mexicano por su trabajo fuera de
la universidad y por lo tanto sabe qué es lo que se necesita en las aulas para
que Chapingo pueda ocupar un lugar allá afuera, con los campesinos que necesitan
de la escuela antes que con los grandes empresarios como es la visión individualista
y neoliberal del reyismo y sus candidatos (Nieto, Altamirano, Sánchez Bravo).
Pero sobre todo su moral nos muestra a
alguien comprometido por ayudar a las personas necesitadas, por cambiar la
situación de chapingo y del país. Además, a diferencia de Anaya, cuenta con un
equipo de trabajo
Hay dos opciones de voto; votar por Barrales es votar por los jornaleros de San Quintín, votar por el reyismo (Altamirano) es votar por los empresarios que explotan a esos jornaleros, esas son las dos visiones que se enfrentan en estas elecciones; la que le interesa que la universidad sea una escuela que prepare agrónomos para ayudar al desarrollo del campo mexicano y la que se quiere servir del campo para sus negocios particulares y que a la vez quieren convertir a la UACh en su despacho personal; la que propone el extensionismo con una visión actual y los que apoyan el TLCAN y que sigue creyendo en el modelo neoliberal que en estos 33 años mostró que no sirve.
Barrales
no es perfecto, hay que ser objetivos. Aunque las
difamaciones que andan circulando en su contra son mentiras, tiene otros
errores que sí son ciertos y que nadie menciona, barrales como cualquier
persona se puede equivocar, pero no es una constante que muestre: tiene
muchísimas más cosas positivas que errores. Votar por él no va a solucionar
toda la problemática de la escuela, su triunfo tampoco, pero es un primer y
gran paso que es lo mínimo que la UACh necesita en este momento. Si en este
momento no se aprovechan las condiciones, la derecha tendrá 4 años para
afianzarse en el poder y ya no habrá vuelta atrás con todos los nuevos
antorchos que ingresarán por exámenes
fraudulentos.
La única manera de evitar el fraude es
ganar con un margen tan amplio que ni con el desvío de votos obtengan mayoría
los reyistas, con las encuestas como están ahora no se dará la victoria aunque
Barrales esté a la cabeza. Si los que tienen la falsa idea de que Anaya puede ganar no votan por Barrales, la contienda está perdida.
Posdatas:
A
los ultras. Se debe combatir a la derecha pero
sin ingenuidad, la única manera de garantizar la AGU es con el triunfo de
Barrales, anular el voto es dejarles el camino libre a los reyistas, se debe
luchar desde todos los frentes sin abandonar los objetivos específicos en una organización.
Al
equipo de Barrales. Permitir la votación con la
urna electrónica es avalar el nombramiento antidemocrático de Altamirano. Las
elecciones se ganan antes de la votación, no después. Llevado a cabo el fraude
no hay vuelta atrás.